Antonio Preciado - Junio 10, 2020
WOW! Fue un viaje larguísimo y lleno de dudas por el que pasó mi primera novela pero, ¡al fin lo logré!
Cuando comencé a escribir Ebrias decisiones no tenía idea de NADA, y lo digo con toda la fuerza que representa la unión de esas cuatro letras: no sabía que la escritura se convierte en un trabajo de tiempo completo y, la mayoría de las veces, no te sentirás igual de inspirado que otros días; creía que corregir y editar era un trabajo sencillo comparado con escribir, ¡pero es totalmente lo contrario! Tardé mucho más “limpiando” el texto para tenerlo lo mejor posible; pensé que después de la primera lectura en conjunto con mi editora, Lorena Amkie, sería el final del manuscrito, pero fueron las correcciones que más giros le dieron a la historia.
Recuerdo cuando empecé a escribir el primer capítulo de mi novela en diciembre del año 2017, mas que un primer capítulo era una triste hoja de Word, ahí deposité mis penas y arrepentimientos de una noche de fiesta. La hoja se quedó oculta por meses hasta que la encontré por accidente en mis archivos. Al leerla, mi mente viajó a ese preciso momento de depresión post-cruda, la piel se me erizó y fue cuando dije: aquí hay algo que vale la pena contar. Tiempo después, la hoja de Word se convirtió en un archivo de 300 páginas a doble espacio y que ahora tengo en mis manos. ¿Quieren leer la historia completa? ¡Encuéntrala aquí!
Estoy muy agradecido con todas las personas que estuvieron a mi lado durante todo el proceso.
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